SER ABOGADO: UNA PROFESIÓN DE ALTO RIESGO EMOCIONAL
- José Manuel Piñero Fernández

- 7 jul
- 1 Min. de lectura
Cuando pensamos en un abogado, a menudo imaginamos una figura fuerte en un estrado, debatiendo con firmeza. Pero detrás de cada caso, de cada cliente y de cada procedimiento, hay una persona que se enfrenta a una enorme presión y a un gran desgaste emocional.

Y no es solo una percepción, los datos lo confirman. Según estudios recientes sobre el sector legal en España:
Seis de cada diez abogados sufren ansiedad.
Casi el 80% duerme menos de las 7 horas recomendadas.
La situación es tan crítica que un 25% se ha planteado dejar la profesión.
Lidiar a diario con los problemas de los demás, la presión de los plazos y la alta responsabilidad que asumimos, genera un nivel de estrés que puede afectar seriamente a la salud.
Por eso, celebro la iniciativa del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla (ICAS) que, en colaboración con el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental (COP-AO), ha puesto en marcha un servicio pionero de apoyo psicológico para los letrados y letradas sevillanas. Este acuerdo permitirá que los abogados y abogadas podamos acceder a sesiones con psicólogos, además de a talleres y charlas formativas.
Se trata de un paso fundamental para romper un tabú y reconocer una realidad. Cuidar del bienestar del abogado es, en definitiva, garantizar que los ciudadanos reciban la mejor defensa posible.


















Comentarios