Ciudadanos: cuando lo roto es peor que lo descocido
En mi entrada de ayer hablaba de cómo la crítica hacia los políticos que legislan a golpe de titular se está convirtiendo en un lugar común en el mundo jurídico. Lo decía en relación con la manifestación realizada por Ciudadanos referente a "acabar con la asimetría penal por cuestión de sexo y la ineficacia de la propia ley [de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género]" que tanto revuelo está causando. Lo que no es para menos puesto que esa idea pone en tela de juicio las políticas de igualdad y contra la discriminación por razón de género que se vienen desarrollando desde el año 2004.
Otro lugar común en el foro de profesionales jurídicos es aquella crítica vertida hacia medidas legales que se adoptan, precisamente como consecuencia de esas políticas impulsadas a golpe de titular, consistente en tirar del Código Penal a la primera de cambio, aumentando penas, ampliando delitos o restringiendo beneficios al reo, como si fuese la panacea a la solución de todos los males de nuestra sociedad.
Se dice, y con razón, que demasiado a menudo se contraría lo que en nuestra técnica jurídica se conoce como la ultima ratio del Derecho Penal, es decir, el Derecho Penal configurado como aquella parte del ordenamiento jurídico al que hay que acudir sólo en última instancia, cuando medidas anteriores para la solución del problema han demostrado ser inefices. Es lo que se conoce como principio de intervención mínima del Derecho Penal.
Y este es el descosido de Ciudadanos, que intentando enmendar su desliz acaba por empeorar la situación. Dice su Presidente, Albert Rivera, que "no van rebajar las penas a los maltratadores si gobiernan, sino todo lo contrario, porque pretenden prevenir el maltrato introduciendo medidas cautelares". Propone "elevar, no bajar el agravante que existe ya para la violencia de género a todos los tipos de violencia doméstica", "aplicar un tratamiento penal homogéneo para todas las personas que cometan violencia doméstica" (Diario Público del 10.12.2015). Vamos, lo dicho, penas al alza, pero con la agravante, en este caso, de finiquitar la lucha penal contra la Violencia de Género porque, como dijo en TVE otra de sus representantes, Marta Rivera de La Cruz, ¡el género no es importante en la violencia machista (sic)!.
Parece que el sentido común está imperando en el resto de fuerzas políticas quienes advierten a Rivera de que no se salga del tiesto.
Si de lo que se trata es de proteger al supuesto maltratador, cuyos derechos también deben ser protegidos y defendidos como no puede ser de otra forma en un Estado social y democrático de Derecho, pónganse más y mejores medios al servicio de la Administración de Justicia. Esta medida, igual para todos y todas, sí es la solución a los problemas de nuestra LENTA Justicia. Estas medidas, igual para todos y todas, siempre se revelan como la mejor de las soluciones. Y déjese Ciudadanos de igualitarismos trasnochados que suenan a tiempos pretéritos.