Legitimidad o coacción
¿Hasta qué punto un Gobierno que incumple la Ley está legitimado para exigir a los demás su cumplimiento?.
Es el razonamiento que, de forma casi automática, me viene a la cabeza cuando leo la siguiente noticia: El Gobierno deja a los pensionistas sin compensarles la subida del IPC.
Dice el art. 48 del RDLeg. 1/1994 de 20 Jun. (TR Ley General de la Seguridad Social) que “1. Las pensiones de la Seguridad Social en su modalidad contributiva, incluido el importe de la pensión mínima, serán revalorizadas al comienzo de cada año, en función del correspondiente índice de precios al consumo previsto para dicho año”. Y esto es lo que no va a hacer quien debe exigir a los demás el cumplimiento de la Ley, como he dicho.
Traigo a colación la siguiente definición que del concepto legitimidad viene en la Wikipedia, para que todos nos entendamos: “en Ciencia Política es el concepto con el que se enjuicia la capacidad de un poder para obtener obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que supone la amenaza de la fuerza”.
Hoy y ayer, con motivo de la crisis, nos hemos acostumbrado a ese pensamiento que más de uno hemos tenido en, yo diría, demasiadas ocasiones, eso de “están cambiando cosas que nunca imaginé que podrían cambiar”. Así, sirvan de ejemplos: la congelación y reducción de los salarios de los empleados públicos, la última reforma laboral y su consecuente desequilibrio de poderes entre trabajadores y empresarios en beneficio de estos últimos, la supresión del sistema de salud pública para los extranjeros, la pérdida de poder adquisitivo y reducción de derechos en el sistema de desempleo, fabricación de desahucios en masa y, en algunos casos desgraciadamente, con suicidio incluido; provocando todo ello dos huelgas generales en nueve meses, el anuncio de una huelga general, nada menos, que del poder judicial en pleno, manifestaciones y concentraciones en la sanidad pública, la educación y un largo etcétera.
Y finalizo como empecé, con una pregunta: ¿cómo podría el Gobierno tener alguna posibilidad de frenar toda esta movilización?; en mi opinión, sólo con la legitimidad que te da el estricto cumplimiento de la Norma; eso o el uso de la fuerza y la coacción, de lo que en estos tiempos vamos igualmente bien despachados.