Mi hija en el día internacional de la mujer
Hoy es 8 de marzo, día internacional de la mujer. Mi familia y yo en esta ocasión lo celebraremos con especial interés: recogeré a mi hija de ocho años a la salida del cole, iremos con su madre a comer una hamburguesa, compraremos chuches y palomitas y veremos esa peli que con tanta insistencia nos viene pidiendo, en pantalla grande y sonido envolvente.
Aprovecharé para explicarle por qué hoy es un día especial que merece "este evento especial".
Le explicaré que mujeres y hombres en todo el mundo celebramos el día internacional de la mujer.
Le explicaré los motivos, el por qué resulta necesario dedicar un día al año a esta celebración.
Le explicaré que en el Mundo, y en España, a pesar de que todos somos personas, no todos somos tratados de la misma manera. Le explicaré que tratamos injustamente de forma distinta a un género y a otro.
Le explicaré por qué es necesario empoderar a las mujeres (empoderarla a ella). Le explicaré qué tan importante es que los hombres, y su papi en particular, ayuden en esta tarea. Inmediatamente, por si ya le han sonado campanas, le haré comprender que no existen los hombres calzonazos, sino los hombres que quieren y aman a las mujeres. Le haré entender que esto no es una guerra entre hombres y mujeres.
En definitiva, a mi amor de ocho años le explicaré que hoy, más allá del día internacional de la mujer, celebramos una forma de entender la vida: igualitaria, justa, equitativa…; un proyecto de vida, de ver el mundo, que nos impulsa, a su papi y a su mami, a defender a quienes más lo necesitan, sean del género que sean...blancos, negros o amarillos... españoles, catalanes, vascos o extranjeros...ya sean humanos, animales o plantas…
Y todo esto mientras hacemos algo especial en un día especial: veremos esa deseada peli un viernes a la salida del cole. Quien fuera niño/a de nuevo.